Ayer en ALBARRACÍN se llevó a cabo un emotivo acto para expresar nuestro CARIÑO, APOYO y SOLIDARIDAD a todas aquellas personas que sufrieron la pérdida de seres queridos durante la pandemia provocada por el COVID-19.

Al mismo tiempo, también quisimos agradecer profundamente el encomiable EJERCICIO DE RESPONSABILIDAD y el extraordinario COMPORTAMIENTO EJEMPLAR que ostentaron nuestros ciudadanos y ciudadanas de Albarracín durante el Estado de Alarma y sus sucesivas prórrogas; y, en particular, a todos los titulares de los establecimientos de alojamiento, de hostelería y restauración y de comercio minorista que cerraron sus negocios a mediados de marzo -y antes de que se implantara el Estado de Alarma- al objeto de observar el confinamiento y limitar la expansión del virus.

De forma análoga, también debemos elogiar la excepcional PROFESIONALIDAD, ENTREGA y VALOR de los profesionales sanitarios de nuestro Centro de Salud, de los profesionales sociosanitarios de nuestra emblemática Residencia de Mayores del IASS, de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado radicados en Albarracín (GGCC), del personal laboral de nuestro Ayuntamiento en sus labores de limpieza y desinfección de las calles y contenedores de nuestra ciudad; así como, de la RED DE VOLUNTARIADO de Albarracín que se volcó en el diseño de EPIs (equipos de protección individual) cuando el desabastecimiento era generalizado, sin olvidar también a otros profesionales agrarios con sus labores de fumigación para reducir la carga viral en nuestra ciudad.

Para trasmitir todos estos valores, se llevó a cabo la PLANTACIÓN DE UNA CARRASCA en tiempo real en la mayoría de los municipios aragoneses (n=731); eligiendo esta planta arbórea por el simbolismo de LUCHA, RESISTENCIA y VIDA que representa. Durante la puesta en escena de la plantación, disfrutamos de la presencia de nuestra carismática vecina ASUNCIÓN, una cuasi nonagenaria que vive en la panadería del Arrabal de nuestra ciudad, que fue la primera persona en contagiarse por el COVID-19 en Albarracín y la primera, también, en superar la enfermedad. En este caso, Asunción vino arropada por varias generaciones de su familia: hijos, nietos y biznietos.

Finalmente, y para cerrar el acto, se hizo la lectura de un manifiesto “A LOS QUE NOS FALTAN: MEMORIA Y HOMENAJE”, texto de Manuel Vilas, Premio de las Letras Aragonesas.