Primera campaña de recuperación de víctimas de la guerra civil en Albarracín
Albarracín ha sido testigo recientemente de una iniciativa para recordar y homenajear las vidas y las experiencias de personas que fueron objeto persecución, represalias y violencia durante el golpe de Estado de julio de 1936 que derivó en una Guerra Civil con enfrentamientos fratricidas; y, en última instancia, en una Dictadura Franquista que pervivió cuatro décadas. Así pues, se trata de comenzar a construir de manera serena, madura y con valentía una “memoria democrática” honesta, coherente e inclusiva -lejos de silenciar o eludir estos temas complejos o incómodos-; y, de este modo, hacer efectivo el derecho de memoria que ostenta nuestra ciudadanía.
En este contexto, y durante el pasado puente de diciembre, el equipo de la Asociación Científica ArqueAntro ha estado trabajando en el Cementerio de Albarracín para tratar de localizar y exhumar la conocida “Fosa 3 de Albarracín”, registrada en el Mapa de Fosas de Aragón; y, en definitiva, iniciar el proceso de dignificación de esta fosa común.
Gracias a las investigaciones de diferentes miembros de la Asociación Pozos de Caudé (entre ellos, Francisco Sánchez y Miguel Ángel Latorre), se conocía que en ella se podrían encontrar al Doctor Perea (natural de Monreal del Campo), junto con una decena de víctimas de diferentes comarcas de la provincia de Teruel, la mayoría de ellas aún desconocidas. Por ello, hacemos un llamamiento para la colaboración ciudadana, en “pro” de la localización de sus familiares ya que la verdadera urgencia para dignificar nuestra fosa es poder identificar esos cuerpos mediante pruebas de ADN y, de igual modo, poder recuperar sus historias de vida y sus memorias.
De momento, los trabajos de campo por los técnic@s de ArqueoAntro han permitido documentar 10 víctimas, las cuales deberán esperar a los análisis genéticos que llevará adelante el Banco de ADN del Gobierno de Aragón, para poder ser identificadas. Sin embargo, por la documentación existente, por los testimonios de los familiares de las víctimas, y por las primeras evidencias arqueológicas y antropológicas, estas víctimas de la represión franquista de los primeros momentos tras el Golpe de Estado (“represión en caliente”), podrían corresponder con la saca del 25 de agosto de 1936. Fecha, en la que fue fusilado el mencionado médico Mariano Perea, según diferentes documentos de la época.
De igual modo, debe enfatizarse que estos primeros trabajos para recuperar a las víctimas de la Guerra Civil y del Franquismo, que aún se encuentran por dignificar en el Cementerio de Albarracín, han sido posibles gracias a la financiación del Gobierno de Aragón y de la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias), y al trabajo de muchas instituciones públicas y privadas, entre ellas el propio Ayuntamiento de Albarracín.
Finalmente, debemos indicar que las políticas públicas de memoria son actualmente una cuestión de Estado. En consecuencia, serán nuestros poderes públicos quienes deban velar por el cumplimiento del derecho a la verdad y del deber de recordar o preservar del olvido la memoria colectiva, del derecho a la justicia, del principio de reparación moral y jurídica de nuestras víctimas; y, en definitiva, por el diseño y construcción de una sociedad más justa y ética, capaz de mirar su pasado de forma crítica y buscando en todo momento evitar la repetición de cualquier forma de violencia política o totalitarismo.
Exhumación de Mariano Perea en Albarracín.
Comienza la exhumación de los fusilados de la fosa común del cementerio de Albarracín.
El médico Mariano Perea, los ribereños e Ildefonso Manuel Gil en la cárcel del Seminario.
