Proponemos en primer lugar la ruta que más cerca se encuentra de Albarracín, aunque para ser realizada por completo y sin prisas, sería recomendable hacerla en una jornada completa y si el tiempo acompaña poder comer en Fuentebuena (por ejemplo, comprando en Albarracín pan, chuletas, etc. para asarlas en dicha fuente).

Salimos de Albarracín por el barrio del Arrabal y al final de la travesía por este barrio, comienza una carretera empinada que llega el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno.

La primera manifestación de arte rupestre se encuentra en la Fuente del Cabrerizo, justo donde empieza el pinar, junto a unas parideras. Dejamos el coche en la explanada que hay junto a las casas y emprendemos el camino que arranca señalizado entre las dos casas. Para llegar al primer abrigo tenemos que descender por unas escaleras hasta el fondo del barranco. Antes, podemos contemplar el contraste de la piedra y el pinar de rodeno desde un mirador (ver «vista panorámica»). Una vez llegado al hondo, veremos una pequeña fuente y el camino, señalizado, que atraviesa el barranco. Tomamos la dirección hacia Albarracín (de hecho es el sendero GR-10), que nos llevaría hasta el abrigo donde encontraremos unos grabados en roca (los únicos que veremos) de un ciervo y un equino.

Nos dirigimos ahora a la zona de mayor cantidad de abrigos de pinturas rupestres, donde existe un centro de información. De éstas por lo menos visitar los abrigos de los «Toricos del Navazo» (ver «vista panorámica») y el «Arquero de los Callejones», este último en la zona del Arrastradero donde además se halla un pequeño jardín botánico y un mirador (ver «vista panorámica») a Gea de Albarracín que merecen la pena.

Dejamos esta zona y seguimos la carretera, contemplando el bello paisaje de pinares y piedra rodeno, sobre todo a la vuelta de una curva a la derecha en que se nos aparece un paisaje de rodeno impresionante. Llegamos a un cruce de caminos («cuatro caminos») y tomamos el desvío de la derecha, que nos lleva hasta la antigua casa del forestal, hoy reconvertida en el Centro de Interpretación del Rodeno, y que bien merece una pequeña parada para visitarlo. A la salida del Centro, unos metros más adelante encontramos un nuevo cruce de carreteras. Tomamos de nuevo la derecha y en un kilómetro llegamos a una chopera donde a la izquierda de la carretera se halla la fuente (Fuentebuena) y a la derecha la zona de mesas y asadores.

La segunda parte del recorrido nos llevará en primer lugar a Peña de la Cruz (1.538 m) donde se encuentran algunos vestigios de la Guerra Civil y una formidable vista. Partimos de Fuentebuena volviendo hacia Albarracín. Antes de llegar al último cruce tomamos a la derecha una carretera de tierra en buen estado que conduce a Tormón. Aproximadamente 2 km. después llegamos a otro cruce de caminos con una señal que nos confirma que a la derecha comienza el camino que nos llevará hasta la cima (con suerte durante el trayecto se nos puede cruzar algún corzo). Aparte de la fabulosa vista que podemos observar desde el pico (ver «vista panorámica»), sorprende su forma de promontorio de piedra rodena que debemos ir bordeando, en algún momento sobre escaleras hechas en la misma piedra, hasta alcanzar la cruz y la caseta de vigía del forestal.

Una vez de nuevo abajo, en el camino de tierra, seguimos en dirección hacia Tormón (en algunos momentos podemos divisar mirando hacia atrás el Pico de la Cruz y su sorprendente forma). El acceso a la laguna de Bezas se puede hacer desde dos caminos (cuidado con los coches bajos), ambos señalizados. El primero, mas corto y recomendable para todo-terrenos, arranca unos metros más adelante a la izquierda, aunque dependiendo de la época del año y la metereología (agua, hielo o nieve) puede resultar dificultoso. El segundo, siguiendo la pista de tierra, hasta que en 4 kilómetros llegamos a una carretera asfaltada. Tomamos la dirección izquierda hacia Rubiales y pasadas unas casas abandonadas veremos un desvío señalizado a la izquierda que nos indica la dirección por un camino de tierra de 2,5 km. de la laguna de Bezas. Según la época del año en que la visitemos la encontraremos con mayor o menor cantidad de agua, toda ella procedente del deshielo y el agua de lluvia, y con mayor o menor cantidad de fauna (patos, garzas, etc.).

Para regresar a Albarracín, volvemos a la carretera anterior y continuamos en dirección hacia Rubiales hasta que llegaremos a un cruce donde podemos visitar otra pequeña laguna de deshielo (la de Rubiales). Seguimos en dirección a la izquierda hacia la carretera que conduciría a Teruel, y una vez llegada a la misma tomamos la dirección izquierda, que pasando por Bezas nos llevará de vuelta a Albarracín.

Si nos queda tiempo, desviándonos por la carretera que baja desde el pinar hasta Gea de Albarracín, aún podemos subir a otra atalaya, el pico Carbonera (1540 m). La carretera de subida está asfaltada y arriba hay un pequeño espacio para dejar el coche y poder dar la vuelta. Podemos divisar, por un lado, todo el llano de Teruel y, por otro, el Pinar de Rodeno. Una vista estupenda y recomendable para terminar la excursión.

La zona protegida tiene una extensión de 3.355 ha. y transcurre entre los 1.095 m. de altitud en el barranco de Tobías hasta los 1.602 m. en el cerro de la Cruz de Montoyo. La superficie arbolada representa un setenta por ciento de la superficie total. La agrupación más importante es el pinar natural de pino rodeno, que se sitúa en la zona sobre los conglomerados y areniscas de color rojo. Otras variedades arbóreas que podemos encontrar es el pino silvestre, la encina, el enebro, la sabina negra y la sabina albar.

Los grupos de fauna más destacados de este territorio son las aves y los mamíferos. De los primeros, en el pinar habitan aves de pequeño tamaño como el chochín, el carbonero, el garrapinos, el petirrojo, el pinzón vulgar, el agateador común y el piquituerto; aves de presa como el águila calzada, el azor, el gavilán y el alcotán; y nocturnas, como el búho chico y el cárabo. En el bosque de quercíneas nos encontramos con el herrerillo común, el míto, el mirlo, el reyezuelo listado, el mosquitero, el totovía, el carbonero común y el escribano montesino entre otros. En los roquedos destaca el águila real, el halcón peregrino, el cernícalo y el búho real. En cuanto a los mamíferos puede hablarse de la ardilla, la liebre, el jabalí, el zorro y la garduña.

Este singular paraje, con sus torreones, pasillos, viseras y abrigos, fue ocupado por el hombre prehistórico. En el interior del paisaje protegido se encuentra un conjunto de arte rupestre levantino declarado recientemente Patrimonio de la Humanidad. Este arte rupestre se extiende a lo largo de la fachada mediterránea desde Cataluña a Andalucía, penetrando hacia el interior en la zona aragonesa y castellano manchega. En 1996, a iniciativa de la Comunidad Valenciana, las comunidades autónomas de Aragón, Cataluña, Valencia, Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha, deciden trabajar conjuntamente en la realización del expediente para la inclusión en la lista del Patrimonio Mundial de los conjuntos con pinturas rupestres del arco mediterráneo de la Península Ibérica. Presentada la propuesta en la reunión del Consejo del Patrimonio Histórico del 15 de Marzo de 1996 se decidió incoar dicho expediente. Este acuerdo supuso el inicio, para cada una de las seis comunidades, de los trabajos necesarios para la realización de la propuesta ante la UNESCO.

En la reunión del Comité del Patrimonio Mundial celebrada en Kioto del 30 de noviembre al 5 de diciembre de 1998, se aprueba incluir en la lista del Patrimonio Mundial el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica. Entre los motivos en los que se fundamenta su inclusión destacan su exclusividad, el valor documental, la imbricación en un paisaje humanizado pero de alto ecológico y la fragilidad y vulnerabilidad de estos yacimientos.

La declaración afecta a 757 yacimientos arqueológicos con pinturas rupestres y compromete a la Administración del Estado, 6 comunidades autónomas, 163 municipios y a todos los ciudadanos en la conservación y protección de estos conjuntos ya que, a pesar de localizarse en nuestras tierras, ahora son un patrimonio universal, Patrimonio de la Humanidad.

En nuestra zona, en menos de 30 hectáreas se contabilizan doce abrigos. Desde que en 1982 E. Marconell descubriera en Albarracín los primeros abrigos con arte rupestre levantino de la Península Ibérica, Prado de los toricos del Navazo y Cocinilla del Obispo, el conjunto de pinturas rupestres de Albarracín, fechado entre el 6000 – 1500 a.C. se ha distinguido del resto de representaciones levantinas de la península por el empleo del color blanco, exclusivo de esta zona, por el gran tamaño de las figuras de bóvidos, por el estatismo de las mismas, y por la sencillez en el trazo de las representaciones humanas.

Otros lugares de interés:

• Bezas: pinturas rupestres de arte levantino, formaciones de rodeno.
• Gea de Albarracín: vega del Guadalaviar, arquitectura tradicional.
• Jabaloyas: arquitectura tradicional, monte Javalón y fuente de la Mojada.
• Rubiales: formaciones de rodeno, pinar.
• Saldón: sabinar y pozo de las Eras.
• Valdecuenca: Barranco Melero.

Esta segunda ruta es más larga que la anterior, y también es recomendable que se haga en un día (llevarse la comida o comer en los restaurantes de Griegos, Guadalaviar, Frias de Albarracín o Calomarde). Saliendo de Albarracín por el túnel, camino de la sierra de Albarracín, pasamos por el pueblo de Torres de Albarracín, y llegamos a Tramacastilla. Entramos en el pueblo siguiendo la indicación de «Ruta del Alto Tajo», continuando por una carretera que empieza a subir.

Hasta llegar a Villar del Cobo bordeamos el llamado «Barranco Hondo», y a la vista está por qué esa denominación. Seguimos la carretera, una vez atravesado Villar del Cobo, hasta que llegamos a un cruce de carreteras. Hacia la derecha iríamos a Griegos, el segundo pueblo más alto de Aragón (1.600 m), que se encuentra a la falda de la Muela de San Juan de 1836 m., con pistas de esquí de fondo.

De vuelta al cruce anterior, seguimos la carretera que nos lleva hacia Guadalaviar, pueblo donde nace el río Guadalaviar, que pasa por Albarracín y se convierte en el río Turia en la ciudad de Teruel.

A partir de Guadalaviar la carretera vuelve a empinarse hasta alcanzar la cima de «El Portillo» a 1.790 m, uno de los puntos más altos de la Sierra que se puede acceder con coche. Antes de llegar a la cima, a la derecha arranca un camino que lleva a la torre de vigilancia desde donde se aprecian unas fabulosas vistas del valle del Tajo en sus primeros kilómetros. También es posible hacer una parada en la cima.

Bajamos el Portillo, camino del valle, y una vez abajo llegamos a un cruce en el cual si cogemos la carretera de la derecha, ésta termina asfaltada en una pequeña zona de descanso con fuente junto al río Tajo, el cual lo podemos ver con un pequeño caudal (camino de su nacimiento no veremos el Tajo).

Reemprendemos la marcha volviendo por la carretera, en la que encontraremos el desvío a la derecha que nos llevaría a la Serranía de Cuenca, donde merecen destacarse el nacimiento del río Cuervo, el parque cinegético del Hosquillo, el Ventano del Diablo, la Ciudad Encantada, la hoz de Beteta, el Balneario de Solán de Cabras,… La carretera que lleva a Tragacete discurre sobre el puerto del Cubillo, donde también se pueden contemplar unas vistas formidables.

Si seguimos por la carretera anterior llegamos al nacimiento de río Tajo, donde vamos a encontrar un monumento que simboliza dicho nacimiento (realmente no nace aquí el Tajo).

De vuelta a Albarracín, pasamos por Frías de Albarracín y Calomarde. Pasados unos kilómetros de Calomarde, siguiendo por la carretera llegamos primero a un salto de agua y poco después a unas pequeñas cascadas que se forman sobre el rio de la Fuente del Berro. Esta sería la última parada interesante hasta que llegamos a Albarracín.

Otros lugares de interés:

• Calomarde: «El Rollo» (formación geológica en forma de arco, debido a la erosión de la roca calcárea), alrededores del pueblo entre peñascos.
• Frías de Albarracín: situación del pueblo en un valle, sus prados y pinares, en especial el Molino de las Pisadas y fuente «El Berro», Sima, «Torrucos» (construcción tradicional para refugio de pastores).
• Griegos: la Dehesa Boyal entre Guadalaviar y Griegos, es un espléndido paisaje formado por extensos prados entre pinos y manchas de matorral.
• Guadalaviar: vega del Tajo, plaza de toros excavada en la roca, «Torruco».
• Torres de Albarracín: vega del Guadalaviar, buitrera.
• Tramacastilla: vega del Guadalaviar, fuentes y espacio recreativo «Batán del Balsón».
• Villar del Cobo: vista panorámica desde la pista forestal que va hasta Frías, Dolinas, fuente Cobeta, cerro del Pu, edificaciones de interés arquitectónico y cultural.

De nuevo salimos de Albarracín por el túnel, camino de la sierra de Albarracín, y a 7 km tomamos un desvío a la izquierda con dirección a Royuela, y luego a 2 km. y después a 8 km, también a la izquierda, con dirección a Terriente.
Pasados los pueblos de Toril y Masegoso, seguimos la carretera que nos lleva a El Vallecillo.

Antes de llegar al pueblo pasaremos por un pequeño puente y a continuación un camino a la izquierda que nos lleva al bello salto de agua del molino de San Pedro. De nuevo en el coche seguimos hacia el Vallecillo. A la entrada, a la derecha parte un camino que nos lleva a los ojos del Cabriel.

A la vuelta a Albarracín, una vez pasado Terriente hay un desvío indicado a la izquierda que nos lleva a la zona de esparcimiento y acampada de «El Algarbe», donde si llevamos unas chuletas podemos hacerlas a la brasa en las cocinas que hay preparadas.

Por la tarde, antes de volver a Albarracín, podemos hacer un pequeña visita a los pueblos de Terriente y Moscardón, donde destacan sus iglesias.

Salimos de Albarracín por la carretera de Teruel, y a 2 km tomamos un desvío a la izquierda, junto al nuevo polígono de Albarracín. Empezamos la cuesta (con cuidado en los próximos 4 km. con algunas curvas que tienen poca visibilidad) y seguimos por la estrecha carretera pasando una pequeña granja hasta que llegamos al cruce con la carretera que viene de Cella y va a Bronchales.

Continuamos en dirección a Bronchales hasta que aproximadamente a 2 km. encontramos el desvío a la derecha hacia Pozondón. En éste es interesante hacer una pequeña parada para ver la iglesia con singular torreón defensivo.

A la salida del pueblo nos encontramos otro cruce de carreteras y seguimos de frente en dirección a Ródenas. Aproximadamente a 5 km. encontramos un desvío a la derecha que nos lleva al monte San Ginés, de 1605 m, el cual lo estaremos divisando desde antes de llegar a Pozondón y que diferenciaremos por su alta torre de comunicaciones que hay en la cima. En ésta encontraremos además de la torre (la podemos «comparar» con la antigua aún existente), una pequeña ermita y las ruinas de un torreón, además de la formidable vista. Desde aquí se divisa muy bien el castillo de Peracense que será nuestro lugar de destino.

De nuevo en la carretera, tomamos la dirección de Rodenas y una vez llegado al pueblo veremos a la derecha un desvío que nos lleva hasta el formidable y peculiar castillo de Peracense, hecho en piedra rodena (ver «vistas panorámicas»).

Una visita interesante que podemos realizar antes o después de la visita al castillo de Peracense, sobre todo si tenemos un todo-terreno (también es posible con un coche si tenemos cuidado), es el barranco Cardoso, la escultura del «Peruano», y las ruinas del castillo de Los Ares. Partimos de Pozondón por la carretera con dirección hacia Santa Eulalia y aproximadamente a 1.8 km, nada más pasar un «quitamiedos» en la carretera, veremos una pista a la izquierda que al principio veremos marcada en el suelo con líneas amarillas y blancas, indicándonos que pertenece al sendero P.R 4. Debemos seguir esta pista teniendo siempre al pico de San Ginés al frente. Empezamos a bajar, viendo a la izquierda las ruinas del castillo de los Ares, hasta que llegamos a un cruce de caminos, tomando el camino de la izquierda que está indicado con un cartel de madera cuya leyenda es: «Esculturas en piedra». En aproximadamente 1,5 Km., llegamos a una pequeña chopera donde termina el camino y existe una pequeña casa, al fondo, construida con el fin de ser utilizada como almacén para guardar material. Dejaremos el coche e iniciamos la ruta a pie, ascendiendo entre barranqueras y piedras de rodeno que en unos 100 metros nos llevará a una curiosa escultura en piedra de motivo incaico y de casi 7 metros de altura. Esa imagen, conocida como «El Peruano» fue realizada por una persona de ese país casado con una muchacha de Pozondón.

De vuelta, en la bifurcación que habíamos dejado en el momento en que veíamos el cartel de inscripciones en piedra si seguimos la pista hacia delante, podemos llegar al castillo derruido mencionado antes, del que podemos ver sus restos. Esta construido en piedra de rodeno, y lo más evidente de él es un torreón semi-destruido (¿cómo es posible que aún se mantenga en pie?), y algunos restos de las murallas.

Salimos de Albarracín por el túnel en dirección a Orihuela del Tremedal, hasta llegar a Noguera. Antes de entrar en el pueblo veremos un desvío a la derecha con una carretera muy empinada que no cogeremos pues será nuestra carretera de retorno. Atravesamos el pueblo y una vez pasado éste empieza una carretera más pequeña que nos llevará hasta el puerto de Orihuela que se encuentra a 1.650 m. Desde la indicación del puerto podemos vislumbrar entre los pinos la larga recta que tenemos enfrente en forma de hoyo. Llegando a Orihuela del Tremedal podemos ver los curiosos «ríos de piedra». Seguimos por la carretera sin coger ningún desvío hasta llegar a Orihuela del Tremedal.

De su arquitectura popular destacan el edificio del Ayuntamiento, del s.XVI, con lonja de dos arcos, y la Casa de los Franco Peña de Liria, de ventanales cerrados con bellas rejas de forja. De su arquitectura religiosa destaca su iglesia, mejor obra barroca de toda la provincia de Teruel. Una vez visitado el pueblo merece la pena subir al Santuario de la Virgen del Tremedal, a 1.700 m., donde además de la pequeña ermita encontraremos otra vista estupenda.

De vuelta, volveremos por la carretera por donde hemos venido y antes de llegar al «hondo» del puerto de Orihuela tomaremos un desvío hacia la izquierda que indica la «Fuente del Canto». Siguiendo por esta carretera, una vez pasada la mencionada fuente, a 6 km. aproximadamente encontraremos a mano derecha una señal que nos indica «Sierra Alta». El camino de subida es de piedras sueltas, con lo cual, dependiendo del coche y nuestras ganas, podemos dejarlo aparcado en la señal y subir andando (aproximadamente 2 km), o subir con el coche con cuidado. Una vez arriba, si hemos decidido subir con el coche, veremos un pequeño descampado donde podemos dejar el coche y realizar la pequeña subida a pie al cerro. La vista es estupenda, ya que nos encontramos a 1.856 m., una de las mayores alturas de la sierra. Podemos distinguir en el fondo el pueblo de Noguera, y según el guarda forestal que está en el cerro se pueden divisar los puntos altos de 7 provincias (Valencia, Castellón, Teruel, Cuenca, Guadalajara, Zaragoza y Soria), es decir, desde la Sierra de Espadán hasta el Moncayo.

De vuelta a Albarracín, cuando lleguemos a la carretera de la Fuente del Canto, tomamos la dirección de Bronchales. Terminada la carretera por donde estamos discurriendo llegamos a un cruce que nos llevaría a la izquierda a Bronchales o a la derecha a Noguera, para volver a Albarracín por la carretera que se ha indicado anteriormente.

Por lo extenso de la ruta y los lugares que nos encontraremos por el camino, es recomendable que se realice durante un día completo, pudiendo comer en los restaurantes de Orihuela del Tremedal o de Bronchales, o bien en las numerosas fuentes que encontrareis en el puerto de Orihuela, de las que destaca la mencionada Fuente del Canto, donde hay un pequeño restaurante y cocinas para asar (también es la más concurrida).